¡CUNTO AMOR SE MANIFIESTA EN UN PEDACITO DE MATERIA!❤️💕
EVANGÉLIO:
Juan 6, 51-58: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»
Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que, si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.»
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN:
En una ocasión, el papa emérito Benedicto XVI dijo que «no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva». Yo creo que a Jesús, es decir, a ese "acontecimiento", a esa persona, lo podemos encontrar de varias maneras. Al Señor lo podemos encontrar en esos pequeños —pero grandes— momentos cotidianos de oración, en dónde nos desconectamos un ratito del mundo para para poder conectarnos con Él y escuchar su voz. También lo podemos encontrar en esos pequeños dones con los que Él colma de amor nuestro día a día, por ejemplo: la sonrisa de mamá y el abrazo de papá (u otro ser querido), un amanecer, una de esas caricias del viento, un mensajito, un plato de comida, un compartir en familia o con amigos, los encuentros del grupo de tu comunidad, etc. Otra forma de encontrarlo es en su Palabra, en el Evangelio... Créanme que ahí van a encontrar consuelo y Misericordia pura. Jesús también se encuentra en los más necesitados, en los enfermos, en quienes sufren y están solos, de ahí la importancia del servicio. Pero más concretamente, a Jesús se lo encuentra en los sacramentos, principalmente en la Eucaristía, «fuente y culmen de toda la vida cristiana» (CIC), y es en cuya celebración, en donde nos desconectamos un ratito del mundo para poder estar con Él, en dónde más se manifiesta su amor, en donde escuchamos su Palabra y en dónde encontramos la fuerza, el envión, para poder ir a brindar servicio a los más necesitados.
¿Qué loco no? en la celebración de la Eucaristía se unifican todas las maneras de encontrar al Señor, y además, mediante este sacramento Él nos da la fuerza para hacernos servidores de los demás. Por lo dicho anteriormente, el sacramento de la Eucaristía es un gran regalo que Jesús le dejó a toda la humanidad.
El Señor nos deja este regalo en la Última Cena, momentos antes de su pasión. Si, el Señor nos amó —y ama— tanto que quiso quedarse con nosotros. A través de la Eucaristía, Jesús nos manifiesta todo su amor, su cercanía, su Divina Misericordia, su consuelo, su fortaleza, y nos demuestra, una vez mas, al haberse quedado en el pan y el vino, toda su humildad, su mansedumbre y sencillez. Por lo tanto, si Jesús se encuentra presente en la Eucaristía (en cuerpo, sangre, alma y divinidad), entonces la Eucaristía es alimento que da vida «y vida en abundancia» (Jn. 10,10)…¡Cuánto amor se manifiesta en un pedacito de materia!, ¡Jamás dejemos de agradecer por este amor!
Para finalizar, en el día de hoy, Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (o fiesta del Corpus Christi), la Iglesia nos invita a poner nuestra mirada en la Eucaristía, en el Santísimo, porque «cuando miras el crucifijo comprendes cuanto te amó Jesús, pero cuando miras la Eucaristía comprendes cuánto te ama hoy».
Que el Espíritu Santo nos ayude a reconocer siempre al Señor presente en el Santísimo, en la Eucaristía, para que juntos podamos decir: "La Eucaristía es mi autopista para ir al cielo" (beato Carlo Acutis).
Lucas M. Perez, 6 de junio del 2021.
Que el señor derrame su amor en los corazones!!!
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